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Las patronales de fabricantes de vehículos y de componentes, ANFAC y SERNAUTO, y la de concesionarios, FACONAUTO, han valorado positivamente este primer paquete de medidas urgentes económicas y laborales aprobadas por el Consejo de Ministros. Las tres patronales entienden que estas medidas están orientadas a la necesidad de salvaguardar el empleo y el tejido productivo y empresarial al tiempo que se siguen combatiendo los efectos del coronavirus.

Las patronales sectoriales consideran que las medidas aprobadas, a falta de ver cómo se implementan, podrán contribuir, con mecanismos como la agilización de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTEs), especialmente los definidos por fuerza mayor, la suspensión de cotizaciones o las medidas crediticias con avales públicos, a mitigar el fuerte impacto que esta crisis está teniendo sobre la automoción. “En anteriores crisis, estas medidas de flexibilidad laboral han sido clave para la recuperación del sector y permiten garantizar el empleo a medio plazo”, señalan.

Al mismo tiempo, las tres organizaciones son conscientes de que la gravedad de la situación obligará a corto plazo a tomar nuevas medidas económicas y sociales. Por ello, se ponen a disposición del Gobierno y de los sindicatos para “trabajar en aquellas medidas precisas y necesarias para el sector, de tal forma que repercutan positivamente y lo antes posible en la batalla contra la pandemia, en proteger a la sociedad, en el mantenimiento de puestos de trabajo y de la actividad empresarial”.

Finalmente, y dada la especial situación a la que se enfrenta el sector de la automoción, las patronales ofrecen su colaboración para desarrollar nuevos planes de medidas que impulsen a toda la cadena de valor y que, de modo urgente, permitan preparar y acometer la senda de la recuperación tan pronto como sea posible.

Medidas insuficientes para GANVAM

Por su parte la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) considera que el escudo económico presentado por el Gobierno es “un paquete básico” al que, a priori, le falta consistencia para insuflar la confianza necesaria que las pymes de la distribución necesitan, en un momento en el que la crisis del coronavirus frenará en seco la actividad del sector automoción.

A la espera de conocer el texto definitivo del Real Decreto, la patronal de la distribución valora la movilización de 200.000 millones de euros para apoyar a familias, trabajadores, autónomos y empresas en una crisis sanitaria sin precedentes. Al mismo tiempo, considera que facilitar el endeudamiento del tejido empresarial garantizando el flujo de crédito es una medida “estética”, ya que sin ingresos no ve posible cómo las pymes —que no tienen el músculo financiero de las grandes corporaciones— puedan responder a las líneas de avales.

En este sentido, GANVAM echa en falta un fondo extraordinario que garantice el flujo de caja, ya que “la cadena de solidaridad” no parece una solución eficaz para poder enfrentarse a los gastos fijos mensuales, a pesar de la certeza que ha mostrado en la “temporalidad” de la crisis.

Por otro lado, si bien la patronal valora la intención de agilizar la tramitación de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTEs) teme que no puedan materializarse con la rapidez necesaria ante la avalancha de peticiones que van a producirse. No obstante, está a la espera del documento definitivo para poder valorar más detalles.

“Este escudo social y económico que se ha presentado con tanta grandilocuencia, me parece en realidad lo mínimo que se podía ofrecer en una situación como la que estamos viviendo”, concluye el Presidente de GANVAM, Raúl Palacios.