Los talleres reconocen el papel de los ADAS en la seguridad vial, al tiempo de que alertan de barreras en su reparación, según las conclusiones del estudio “El rol de los sistemas ADAS en la reparación de vehículos” perteneciente al Proyecto VIDAS (Seguridad VIal y ADAS), impulsado por Bosch y la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), presentado ayer en Madrid.
El informe, basado en encuestas a más de 130 talleres de electrónica del automóvil de toda España, concluye que existe entre los talleres un consenso amplio en torno al impacto positivo de los ADAS en la movilidad, aunque también identifica retos importantes para garantizar su correcto mantenimiento y reparación.
El principal freno a la reparación de estos sistemas es el coste. Así, tres de cada cuatro talleres señalan la elevada inversión necesaria en equipos de calibración como un obstáculo clave, y el 60% percibe que el propio coste de la reparación para el cliente dificulta su aceptación. En segundo lugar, aparece la cualificación profesional, y más de la mitad de los talleres (53%) reclama formación/reciclaje específico del personal. En tercer lugar, figura la cadena de suministro, y el 49% advierte retrasos en piezas y escasez de proveedores alternativos, lo que impacta en los tiempos de respuesta y en la capacidad operativa.
Sistemas ADAS: el futuro del automóvil
Los talleres reconocen de forma generalizada la aportación de los ADAS a la seguridad vial. El 89% considera que facilitan una reducción de la siniestralidad, el 77% cree que ayudarán a reducir malas conductas al volante y el 72% valora que harán los viajes más ágiles y eficientes. Su contribución a la eficiencia energética genera más dudas, ya que solo el 42% asocia estos sistemas con una reducción del consumo y la mejora medioambiental.
“En términos de percepción global, casi 9 de cada 10 talleres coincide en que los ADAS son el primer paso hacia el coche del futuro y que ganarán peso en el equipamiento”, comentó Ignacio Lijarcio, director general de FESVIAL. Además, el 87% afirma que equipar más ADAS es positivo porque reduce accidentes; el 69% cree que aportan prestigio a la marca; y el 64% que los conductores valoran los coches con muchos ADAS.
Frente a posibles críticas, más de la mitad está en desacuerdo con la idea de que “muchos ADAS no funcionan como deberían”. Aun así, emergen fricciones de uso y coste, ya que el 74% opina que encarecen precio y mantenimiento, y el 48% percibe que muchos conductores los desactivan por resultar molestos.
Sobre potenciales complicaciones futuras, hay posiciones divididas: casi un 39% cree que generarán problemas por averías o mal funcionamiento frente a un 33% que lo descarta. Un tercio considera los ADAS complicados de utilizar y de explicar, frente a un 41% que no lo ve así. En la relación coste beneficio tampoco hay consenso, con un 42% que rechaza la afirmación de que “los costes superan a los beneficios”, lo que evidencia opiniones matizadas.
Relevancia de los ADAS en los talleres
La llegada de los ADAS está transformando la operativa del taller. Ocho de cada diez reconocen que exigen reciclaje técnico y seis de cada diez los ven como una oportunidad de negocio. En cuanto a la preparación, el 58% afirma estar listo para reparar ADAS, el 26% admite que necesita mayor preparación y el 16% no está aún preparado.
Entre los motivos de la insuficiente preparación destacan la elevada inversión y las dudas sobre su amortización (51%), la baja demanda actual (33%), la falta de cualificación del personal (32%) y la no disponibilidad de maquinaria (17%).
La tenencia de equipos de recalibración marca la diferencia. Así, más del 90% de los talleres que dicen estar preparados cuentan con equipos y personal para recalibrar los sensores de cámara, radar o ultrasonidos; en los parcialmente preparados esa disponibilidad cae al 40%, y entre los no preparados es prácticamente nula.
En volumen de intervenciones, la operación más frecuente es la recalibración de sensores, implantada en el 78% de los talleres mejor preparados, le siguen la reparación del sensor de radar (49%), de la cámara de vídeo (32,5%) y de la ECU (18%).
Desde el punto de vista del negocio, hoy el peso es bajo: para el 47% la facturación asociada a los ADAS es prácticamente nula (0–2 sobre 10) y para el 20% es escasa. En suma, dos de cada tres talleres (67,5%) asignan un peso bajo. A tres años vista, el 41,6% prevé que la reparación de ADAS tendrá un peso considerable (≥7/10).

Los ADAS en el taller, objeto de una mesa de debate
Tras la presentación del estudio, tuvo lugar una mesa de debate moderada por Ignacio Lijarcio. En ella participaron Vicente de las Heras, director de Ventas Equipamiento Taller y Asistencia Técnica de Bosch para España y Portugal, Ana Ávila, directora Corporativa de CONEPA, Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción, y Pilar Gómez, directora del Instituto Nacional de Cualificaciones del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
En la mesa se puso en valor la necesidad de la colaboración público-privada para mejorar las necesidades de formación especializada de los técnicos de taller y los elevados costes de la inversión necesaria.
Vicente de las Heras hizo incidencia en la importancia de una correcta reparación de los ADAS: “La reparación de los sistemas ADAS es un tema de máxima seguridad para los ocupantes del vehículo y, por tanto, tienen que ser reparados con todas las garantías, siguiendo las especificaciones técnicas del fabricante de los mismos”.
Por su parte, Ana Ávila puso en valor el papel de los talleres: “El taller es garante de seguridad vial y bajo esta premisa afronta su trabajo diario y, por supuesto, la reparación de los ADAS. El usuario debe saber que el mantenimiento y reparación de su vehículo siempre se lleva a cabo bajo una garantía total y el mayor de los compromisos”.
Finalmente, Pilar Gómez destacó que “los estándares de competencias profesionales son necesarios para permitir flexibilidad en la formación y, para ello, necesitamos establecer perfiles profesionales con la cooperación del sector productivo.”