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coches que entran en su negocio, va a dar un servicio a su cliente que le puede solucionar un problema a futuro. La prevención en benefi- ciosa para el cliente y también para el taller. Por dar un dato, el 34% de las baterías comprobadas se cambian”, apuntan desde Clarios.
TENDENCIAS DEL MERCADO ESPAÑOL DE BATERÍAS
Entre las tendencias que han caracterizado este año el mercado de reposición de baterías en España, la más comentada es el encare- cimiento de los precios. La producción de baterías no ha sido ajena a los problemas que afectan a los fabricantes de otros componen- tes: el alza en los precios de las materias primas, de la energía y del transporte han incrementado los costes de fabricación y también la puesta en el mercado del producto final. Como consecuencia de ello, según nos apuntan desde Continental nos encontramos “con un mer- cado muy complejo en el que el particular se enfrenta a una subida de gasto que va a influir en gran medida en su comportamiento en el mantenimiento y uso de su vehículo particular”.
Para TAB Spain hay dos tendencias muy marcadas: “el despegue de las baterías para los vehículos Start&Stop, que ya es una realidad, y el envejecimiento del parque que, de manera puntual, está generando una demanda de baterías más económicas para los modelos más an- tiguos”. En este sentido, el envejecimiento del parque ha tenido como consecuencia un aumento de la demanda de baterías más económi-
La demanda mayor de baterías
más económicas crece con el envejecimiento del parque, con un mayor consumo de las marcas blancas de los distribuidores de recambios.
cas y de bajas prestaciones, que no siempre son las más adecuadas para el vehículo, lo que se puede traducir en problemas de funciona- miento y en un bajo rendimiento. Esto se ha reflejado asimismo en un incremento de las ventas de marcas blancas, impulsadas por la distribución agrupada y por algunas de las redes de talleres abande- radas. En el lado contrario y en la parte más joven del parque, según TAB Spain, “al taller se le presenta una nueva oportunidad de nego- cio con los vehículos con sistemas Start&Stop. El cambio de batería vuelve como operación de mantenimiento obligatoria a manos de un profesional. La electrónica no permite que el usuario haga el cambio de la batería él mismo. Los talleres deben estar formados y equipa- dos para poder llevarlo a cabo y así evitar que el conductor busque alternativas”.
Por otro lado, como nos recuerdan desde Bosch, “la pandemia ha traído nuevos comportamientos en la sociedad. Las personas teletra- bajan más y, en consecuencia, los vehículos están más tiempo para- dos. Todo esto afecta a las baterías. Por lo tanto, tenemos que ofrecer baterías que se adapten a las nuevas necesidades de los clientes/ve- hículos. También hay que estar presente en todas las tecnologías de propulsión que existan en el mercado. Afortunadamente la batería seguirá jugando un papel importante en el vehículo y nuestra compa- ñía estará presente en todos los cambios tecnológicos que existan, ya que forma parte de nuestra compañía”.
A nivel tecnológico, desde Clarios también nos apuntan que “la tec- nología AGM de baterías es una realidad, y no solo para automoción sino también para vehículo industrial”. La compañía constata asimis- mo esa polarización de la demanda entre marcas premium y econó- micas. “Aunque a priori pueda parecer que sólo las marcas blancas están creciendo debido a un parque envejecido y al incremento de los precios, la realidad es que nuestra marca premium, VARTA, tam- bién ha seguido esta tendencia”. Para la compañía, esto demuestra que los conductores no solo buscan precio, sino también marcas de confianza, donde la calidad del producto y la duración de la vida útil de las baterías son cualidades muy valoradas.
Así las cosas y aunque en un entorno tan cambiante resulta difícil ha- cer predicciones a varios meses vista, no se esperan grandes cambios en el mercado, al menos para la primera mitad del próximo ejercicio. Las matriculaciones siguen bajo mínimos, por lo que continuaremos con un parque envejecido. La inflación no da tregua y parece que ha llegado para quedarse. Tampoco hay visos de que se solucionen a corto plazo los problemas energéticos y de las materias primas. De este modo, el funcionamiento de la demanda de baterías dependerá de si aumenta o no el uso del vehículo y de lo extremos que puedan resultar el invierno, que ya está a las puertas, y el próximo verano. w
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