Faconauto y AEDIVE han presentado el primer Decálogo de Seguridad del Vehículo Eléctrico con el objetivo de reforzar la confianza de compradores y usuarios. El documento desmonta los principales mitos sobre incendios, carga doméstica y mantenimiento con datos contrastados y protocolos profesionales. La intención es que se utilice como herramienta informativa tanto en concesionarios como en comunidades de vecinos a través de los administradores de fincas.

El Decálogo de Seguridad del Vehículo Eléctrico se lanza para dotar a los concesionarios de herramientas claras para responder a las dudas más frecuentes de los clientes. En este sentido, el documento nace como una guía divulgativa que refuerza el papel del concesionario como canal de confianza y del administrador de fincas como agente facilitador en los entornos residenciales. Ambos desempeñan un rol esencial a la hora de despejar inquietudes, resolver dudas técnicas y contribuir a la adopción de soluciones seguras y bien gestionadas.
Avalado por el conocimiento técnico de AEDIVE, el decálogo ofrece respuestas rigurosas a las diez dudas más habituales sobre el uso cotidiano del vehículo eléctrico. Aporta certezas con base científica frente a informaciones erróneas que siguen circulando y dificultan tanto la venta como la aceptación social de esta tecnología.
El Decálogo de Seguridad del Vehículo Eléctrico de Faconauto y AEDIVE
- Protección por diseño. Los vehículos eléctricos cumplen normativas más estrictas que los convencionales. Sus baterías integran sistemas de supervisión continua desde su concepción para detectar y corregir cualquier anomalía.
- Menos incendios, más seguridad. Los datos lo confirman: los vehículos eléctricos sufren menos incendios que los de combustión, desmontando así uno de los temores más repetidos.
- Baterías bajo control total. Están monitorizadas las 24 horas. Tecnologías como las baterías LFP (litio-hierro-fosfato) reducen aún más el riesgo de incendio.
- Carga doméstica segura. Un punto de recarga instalado por profesionales cualificados garantiza una experiencia segura. Ante cualquier anomalía, el sistema interrumpe el flujo eléctrico de forma automática.
- Nada de enchufes domésticos. Usar enchufes tipo schuko durante horas es peligroso. No están preparados para estas exigencias y pueden sobrecalentarse. Es imprescindible instalar un cargador específico.
- Mantenimiento mínimo, pero esencial. Aunque requieren menos revisiones, es fundamental seguir el plan del fabricante, especialmente en lo referente a la batería. Las intervenciones deben realizarse siempre en talleres cualificados.
- Protocolo post-impacto. Si se ha producido un golpe en los bajos del vehículo, conviene revisarlo en taller antes de estacionarlo en un garaje cerrado.
- El agua sí apaga incendios. Lejos del mito, el agua es efectiva contra incendios en eléctricos. Los bomberos están formados y equipados para intervenir, y los residuos se gestionan conforme a normativa.
- Espacios compartidos seguros. Informar de la presencia de vehículos eléctricos permite adoptar medidas preventivas, como señalizar correctamente las plazas o planificar intervenciones en caso de emergencia.
- Profesionales, siempre. La instalación de puntos de carga y cualquier revisión debe estar en manos de expertos cualificados, conocedores de la normativa y los protocolos adecuados.