“La lógica de la supervivencia” (Carta abierta al sector del neumático de Juan Ramón Pérez, presidente de ADINE)

4644

Juan Ramón Pérez Vázquez, presidente de ADINE, ha remitido a ‘EuroPneus’ una “Carta abierta al sector del neumático” titulada “La lógica de la supervivencia” que, por su interés, reproducimos íntegramente en esta ventana digital:

“Nos conviene recordar que la empresa que quiera sobrevivir necesita esforzase por:

  • Ser competitiva, disponer de una ventaja o valor añadido frente a la competencia.
  • Ser eficiente en la gestión de gastos y activos.
  • Desarrollar una correcta política financiera.
  • Tener una gran capacidad para adaptarse a los cambios.
  • Acertar en la visión del negocio a largo plazo.
  • Integrar la innovación y mejoras continuas en su cultura empresaria.

Además de esto, hay dos principios básicos que ninguna empresa, nunca, debe perder, como son: LA ETICA Y LA RAZON.

Por un lado, la ética empresarial es el marco de valores que debe regir las actividades comerciales de una organización. Al igual que en la esfera individual, se trata de establecer límites a la hora de llevar a cabo cualquier acción o decisión.

En el plano empresarial, todas las actividades deben tener un sustento ético, desde una sencilla negociación con un empleado hasta el acuerdo con un grupo empresarial que suponga la expansión de la marca.

Además, la ética puede ser fuente de ventajas competitivas para las compañías. Una gestión que respete los valores básicos de la acción comercial y del trato hacia el cliente y a la sociedad en general, garantiza que esas empresas sean vistas como promotoras de responsabilidad y compromiso con los entornos donde  estas se desenvuelven.

Y por otra parte, la razón es la facultad del ser humano de pensar, reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa.

Por tanto, vivimos inmersos en un momento complejo y de cambios en la sociedad en general y del sector de la automoción en particular, que nos obliga a estar en guardia cada momento. Cambios que nos llevan a estar en reflexión continua, ya que estamos preocupados en adaptarnos de manera adecuada a la incorporación de las nuevas tecnologías en automoción que se avecinan y a las nuevas formas de movilidad que se están implantando y que van a cambiar, sin duda, la forma que tenemos de entender el mercado actual. Ya se ha escrito y hablado mucho y se seguirá hablando cada día más sobre este nuevo horizonte, pero no quería hablar de futuro sino de presente, de ahora, de hoy.

El exceso de competencia, el exceso de oferta está haciendo que perdamos las referencias necesarias para nuestra propia supervivencia, el miedo a que nuestros competidores acaben ganándonos, nos lleva de cabeza a competir en esa carrera hacia la autodestrucción.

Esta situación se está instalando en todos los partícipes del sector, donde ya no importa el tamaño. Es igual para un taller especialista, para un taller mecánico, como para un distribuidor, para un concesionario. En el neumático y la reparación o mantenimiento del vehículo, el deterioro del margen es continuo e imparable.

Así pues, creo que es importante que todos nos demos cuenta, con antelación, de la verdadera necesidad que tenemos que corregir.

En este sentido, para conseguir un margen adecuado, también es importante que se impliquen todos los actores del mercado y, muy especialmente las Administraciones Publicas, que tienen la capacidad investigadora y sancionadora. Por eso, es vital que todos -fabricantes, distribuidores, talleres, concesionarios, auto centros, recambistas-  se unan en una lucha continua y sin cuartel por una competencia leal, que erradique a los defraudadores, que erradique el comercio fraudulento y a los talleres ilegales que, lejos de ayudar a la situación, la complica extraordinariamente, ya que rompen las reglas, la razón y los principios éticos de un comercio justo y limpio.

No es justo que algunos se enriquezcan de manera ilícita y se conviertan en motores de una economía negra y sucia que contamina al sector, y lo destroza de manera irreversible, y además campen a sus anchas por el mercado, como si encima, las víctimas fuesen ellos.

La justicia debe actuar, los fabricantes deben actuar de manera contundente, todo el sector debe responder de manera única para frenar cualquier actor, cualquier conducta sospechosa o presunta de delito. Es fundamental hacer gala todos de la verdadera ética para un mejor funcionamiento sectorial y convertir al neumático y a las reparaciones de mecánica en elementos de negocio con un margen razonable que ayude a largo plazo a que los negocios que trabajen de forma adecuada y legal puedan ganar lo suficiente para poder invertir lo necesario en la tan necesitada adaptación a las nuevas tecnologías y poder formar a todos sus empleados de manera adecuada.

Tal vez la auto superación no sea la respuesta. Tal vez la autodestrucción sea la respuesta. Por tanto, reflexionemos sobre esto y reaccionemos, antes que sea tarde.

Esta realidad se escapa de toda lógica. No estamos siendo conscientes del deterioro constante que sufrimos. Estamos envueltos en una espiral de autodestrucción, inmersos en un proceso irreversible que nos envuelve en círculo vicioso. No podemos avanzar y modernizarnos para adaptarnos, ya que no tenemos los recursos necesarios. Y, no podemos, ni si quiera, cubrir las necesidades internas para el correcto funcionamiento financiero, perdiendo nuestra autonomía de gestión y de seguir en esa línea, nuestra empresa.

Debemos, por tanto, aplicar la ética, la lógica y, por supuesto, la razón, ya que cuando quedas atrapado en la autodestrucción, debes abrir una puerta a la creatividad, a la construcción de fórmulas que te puedan, cuando menos, hacerte ser rentable, ya que sin el margen necesario, no hay presente ni futuro.

En la vida algunas veces se gana, otras veces se aprende. Frase de John Maxwell que refleja que no tener éxito a corto plazo en nuestras empresas no implica perder o fracasar, sino que ofrece una oportunidad para mejorar, para  corregir, para flexionar, para reeducarnos con un solo sentido y un solo empeño:

Ser auto-sostenibles y mantener nuestras empresas en el tiempo para el bien de nuestros empleados y nuestras familias”.

(Lea aquí el artículo de opinión de Juan Ramón Pérez Vázquez, presidente de ADINE, publicado en el número de diciembre de 2018 y titulado “Crónica de una muerte anunciada”)

“Crónica de una muerte anunciada” (Artículo de opinión de Juan Ramón Pérez, presidente de ADINE)