¡Hombre, no os podéis imaginar lo que me pasó el año pasado! Estaba trabajando en el ferry que conecta Valencia con Ibiza cuando, de repente, saltó la alarma de incendio. Mi corazón dio un vuelco. Pensé: "¡madre mía, esto va en serio!". Pero antes de que cundiera el pánico, vi cómo todo el equipo se ponía en marcha como una máquina bien engrasada. En cuestión de minutos, se localizó el origen: una colilla mal apagada en un cubo. Falsa alarma, pero la respuesta fue impecable. Ese día entendí perfectamente por qué nos hacen practicar los simulacros tan a menudo.

Os recomiendo que, si tenéis dudas sobre rutas o servicios de ferries en España, echéis un vistazo a ferrydeniaibiza.es. Ahí encontraréis información muy completa sobre horarios y servicios. Pero volvamos a lo nuestro... La seguridad en los ferries no es cosa de broma. Cada vez que zarpamos, llevamos a bordo cientos de personas que confían en nosotros. Y esa confianza hay que ganársela a pulso, ¿eh?

¿Por qué es crucial la seguridad a bordo de un ferry?

Mirad, cuando hablamos de seguridad marítima, no exageramos. Los accidentes en el mar pueden ser mucho más complicados de gestionar que en tierra. No puedes simplemente llamar a una ambulancia que llegue en 10 minutos. Estás solo, en medio del agua, con los recursos que tienes a bordo. Y punto.

Las normativas del Convenio SOLAS (Safety Of Life At Sea) no son caprichosas. Nacieron tras grandes tragedias. ¿Recordáis el Costa Concordia? ¿El Herald of Free Enterprise? Cada protocolo que seguimos tiene detrás una historia, a veces escrita con sangre. Vale la pena respetarlos, os lo aseguro.

Entre tú y yo, a veces los pasajeros se quejan de las "molestias" de los controles. "¿Por qué tanto lío para subir a bordo?", dicen algunos. Ojalá pudieran ver lo que pasa cuando las cosas se tuercen en alta mar. El mar no perdona, chavales.

Protocolos de seguridad pre-embarque: Prevención y control

El embarque parece sencillo, ¿verdad? Pero hay todo un mundo detrás. Cuando revisamos la documentación no es solo por cumplir. Necesitamos saber exactamente cuántas personas van a bordo y quiénes son. En caso de emergencia, esa lista puede salvar vidas.

La inspección del equipaje que hacemos tiene un propósito claro. ¿Sabéis que está prohibido llevar ciertos productos químicos o materiales inflamables? Un solo bote de un producto inadecuado podría provocar un desastre. No exagero cuando digo que hasta un cargador defectuoso puede ser peligroso en las condiciones adecuadas.

Pequeño consejo de veterano:

Siempre prestad atención a los mensajes de seguridad antes de zarpar. Sí, ya sé que son pesados y repetitivos. Pero localizad vuestros chalecos salvavidas y las rutas de evacuación. Os sorprendería la cantidad de gente que no sabe dónde están, incluso entre la tripulación novata.

Medidas de seguridad durante la navegación

¡Ojo con los simulacros! No son para fastidiar vuestra siesta. El año pasado, en el ferry Palma-Barcelona, una pasajera se negó a participar en un simulacro porque estaba "muy cansada". Tres días después, tuvimos una emergencia real (una pequeña vía de agua) y fue la primera en entrar en pánico. No sabía ni ponerse el chaleco.

Los sistemas contraincendios actuales son una pasada. Tenemos detectores de humo, rociadores automáticos, puertas cortafuegos... El buque está dividido en zonas estancas que pueden aislarse. Es como un submarino, pero a lo grande. Si hay fuego en un sector, podemos contenerlo mientras evacuamos el resto.

¿Y las balsas salvavidas? Son una maravilla de la ingeniería. Se inflan automáticamente, tienen kits de supervivencia, agua, comida, señales luminosas... Pueden manteneros a flote durante días. Claro que lo ideal es no tener que usarlas nunca, ¡faltaría más!

La tecnología al servicio de la seguridad

Los ferries modernos son auténticos ordenadores flotantes. El puente de mando parece sacado de una película de ciencia ficción. GPS, radar, AIS, ECDIS... un montón de siglas que significan una cosa: sabemos dónde estamos, qué hay a nuestro alrededor y cómo evitar problemas.

Las cámaras de vigilancia están por todas partes. No es por cotillear, os lo juro. Es para detectar cualquier incidencia antes de que vaya a más. Un pequeño derrame, un principio de incendio, un pasajero que se ha caído... Todo se ve en tiempo real.

Me hace gracia cuando la gente pregunta: "¿Y si falla la tecnología?". Pues para eso tenemos sistemas redundantes. Todo está duplicado o triplicado. Y además, sabemos navegar a la antigua: con compás, cartas náuticas y estrellas. Aunque, entre nosotros, prefiero el GPS. Mi sentido de la orientación es pésimo.

Lo que pasa después de desembarcar

El trabajo no termina cuando atracamos. Hay todo un protocolo post-viaje. Revisamos el barco de arriba abajo buscando objetos abandonados (que pueden ser peligrosos), comprobamos sistemas y preparamos todo para el siguiente trayecto.

Una vez encontramos una maleta sospechosa abandonada. Menudo susto nos dimos. Activamos el protocolo antiterrorista y al final... ¿sabéis qué era? Un abuelo que se había olvidado su equipaje lleno de quesos manchegos para su familia en Mallorca. ¡Menudo olor cuando la abrimos para comprobar! Nos reímos durante semanas.

Por cierto, si alguna vez perdéis algo en un ferry, no desesperéis. Tenemos un sistema bastante eficiente para objetos perdidos. El récord lo tiene una dentadura postiza que apareció en un baño. La recuperó su dueño tres meses después. No pregunté dónde estuvo comiendo durante ese tiempo...

El futuro de la seguridad en ferries

Lo más interesante está por venir. Estamos probando sistemas de inteligencia artificial que detectan comportamientos inusuales. Por ejemplo, si alguien se queda demasiado tiempo inmóvil en un sitio o si hay una acumulación anormal de personas. La máquina avisa antes de que se forme un problema.

También hay avances en los materiales. Los nuevos chalecos salvavidas pesan la mitad y son más cómodos. Las balsas se inflan en segundos. Incluso estamos experimentando con drones para lanzar salvavidas a personas que caigan al agua.

Y mira, ya que estamos charlando, os contaré algo que me tiene entusiasmado: los nuevos ferries eléctricos que están probando en Noruega. Cero emisiones y sistemas de seguridad de última generación. Pronto llegarán a nuestras aguas, seguro. El otro día estaba hablando con un colega sobre cómo cambiará esto nuestra forma de trabajar...

Pero bueno, se nos acaba el café y yo tengo que embarcar en una hora. Si alguna vez coincidimos en alguna ruta, pasaos por el puente a saludar. Siempre es un placer compartir experiencias con los nuevos. Y recordad: en el mar, la seguridad no es una opción, es una necesidad. ¡Hasta la próxima, marineros!